Hace
tan sólo unas cuantas décadas, la medicina convencional consideraba al cuerpo
humano como una máquina cuyas partes quebrarían enfermarían inevitablemente
hasta que ya no fuera posible repararlo. Como estudiante de medicina aprendí
que las reacciones químicas aleatorias determinaban todo lo que ocurría en el
cuerpo; mente y cuerpo estaban separados y eran independientes el uno del otro,
y los genes determinaban en gran medida nuestra salud y tiempo de vida.
La
investigación científica actual está llegando a una comprensión radicalmente
diferente: Mientras el cuerpo humano aparentemente está constituido por
materia, en realidad es un campo de energía e inteligencia conectado a la
mente. Ahora sabemos que lo que era considerado como una experiencia “normal”
de envejecimiento –un descenso progresivo hacia la incapacidad física y mental
– es en gran parte una respuesta condicionada. La mente influye en cada célula
del cuerpo y por consiguiente el envejecimiento es fluido y cambiante. Puede
acelerarse, retardarse, e incluso revertirse a sí mismo.
Hay
muchos estudios que demuestran la profunda influencia de la mente y las
creencias sobre el envejecimiento. Por ejemplo, un estudio de la Psicóloga
Ellen Langer, Ph.D. de la Universidad de Harvard demuestra que los llamados
signos irreversibles de envejecimiento, incluyendo el deterioro del sistema
auditivo, de la visión, de la destreza manual, la fuerza muscular, y la
memoria, podrían ser revertidos a través de cambios psicológicos en la
conciencia y el aumento en la actividad física y mental.
A
pesar de que todos nosotros tenemos predisposiciones genéticas, nuestra salud y
envejecimiento no están predeterminados. Al tomar decisiones conscientes en
nuestro comportamiento y aquello en lo que enfocamos la atención, podemos
transformar las experiencias de nuestro cuerpo para disminuir la edad
biológica.
Estos
siete pasos son caminos prácticos para conectar con tu reserva interna de
energía ilimitada, creatividad, vitalidad y amor.
1. Cambia la percepción de tu cuerpo y
del envejecimiento
La
percepción es un acto selectivo de atención e interpretación. Lo que
experimentas como “la realidad”, incluyendo tu cuerpo físico y tu propio
envejecimiento, está conformado por tus hábitos de percepción. Mientras la
mayoría de la gente está acostumbrada a ver su cuerpo como una máquina
biológica estática, puedes empezar a verlo como un campo de energía, de
transformación e inteligencia que se renueva a sí mismo constantemente.
Empieza
a notar tanto tu diálogo interno como la forma en que te expresas de tu cuerpo
y de su envejecimiento. Si te encuentras diciendo cosas como, “Estoy llegando a
la edad en que necesito lentes para leer”, “Estoy muy viejo para hacer yoga” (o
alguna otra actividad) ”Heredé la
condición que tiene mi papá en su espalda” o algunas otras frases
similares, toma la decisión consciente de cambiar la perspectiva y forma
en que hablas de tu cuerpo y edad.
Ten
en cuenta que tus células conocen lo que dices, así que a menos que
desees tener la espalda de tu papá o cualquier otra cosa que sea “de familia”
no alimentes esa semilla de intención en tu conciencia.
Una
poderosa afirmación que puedes utilizar es: “Todos los días en todos los
sentidos estoy incrementando mi capacidad física y mental”.
La
Meditación es una herramienta simple y poderosa que nos lleva a un estado de
relajación profunda que disuelve la fatiga y el estrés acumulado que acelera el
proceso de envejecimiento. Durante la meditación, la respiración se vuelve más
lenta, la presión arterial y ritmo cardiaco disminuyen al igual que los
niveles de la hormona del estrés. Por su misma naturaleza, la meditación calma
la mente y cuando la mente está en un estado de conciencia relajada, el cuerpo
se relaja también.
Las
investigaciones muestran que quienes meditan regularmente tienen menor
tendencia a la hipertensión, enfermedades del corazón, ansiedad y
otras enfermedades relacionadas con el estrés que aceleran el proceso de
envejecimiento. Además, nuevos estudios han encontrado que la meditación
restaura literalmente el cerebro. Un innovador estudio reciente llevado a
cabo por el Hospital General de Massachusetts, hizo noticia al mostrar que ocho
semanas de meditación no solo ayudan a que la persona se sienta más tranquila,
sino que también se produjeron cambios en diversas áreas del cerebro,
incluyendo el crecimiento en el lóbulo asociado a la memoria, la empatía,
el sentido de sí mismo y la regulación de la tensión y estrés.
Este
estudio se suma al extenso campo de investigación sobre la sorprendente
plasticidad del cerebro y su capacidad para crecer y cambiar en cualquier etapa
de la vida. Nosotros podemos cultivar la fuerza y poder del cerebro y mantener
una mente joven desarrollando una práctica regular de meditación.
Cómo
iniciar la meditación: usualmente
recomiendo que las personas aprendan una práctica tradicional de meditación con
un instructor calificado. De esta manera, sabes qué hacer en cualquier
momento de la meditación y con cualquier experiencia que se presente. A menudo
cuando se intenta aprender por su sí mismo o con un libro, se aprende
incorrectamente y pronto se dan por vencidos debido a la frustración, porque no
están experimentando los beneficios esperados. Para quienes estén interesados,
The Chopra Center ofrece instrucción en Meditación con Sonido
Primordial, práctica sencilla y natural que se remonta a miles de
años atrás en la Tradición Védica de la India.
3. Sueño tranquilo
Lograr
un sueño reparador es clave esencial para mantenerte sano y vital. Esto
es frecuentemente descuidado y menospreciado. Incluso hay una tendencia en
algunas personas de jactarse de cómo pueden sobrevivir con tan pocas horas de
sueño. En realidad, la falta de sueño reparador altera el equilibrio natural
del cuerpo, debilita el sistema inmunológico y acelera el proceso de
envejecimiento.
Los
seres humanos generalmente necesitan entre seis y ocho horas de sueño reparador
cada noche. Sueño reparador significa que no tengas necesidad de tomar medicamentos
o alcohol para dormir, sino que fácilmente puedas dormir al acostarte,
apagar luces y dormir más profundamente durante toda la noche. Si te sientes
enérgico y vibrante cuando te despiertas, es que has tenido un sueño tranquilo
y reparador; si te sientes cansado y sin entusiasmo, es que no lo has tenido.
Puedes
obtener la más alta calidad del sueño manteniendo tus ciclos de sueño en
sintonía con los ritmos del universo, conocidos como ritmos circadianos. Esto
significa ir a la cama a las 10 p.m. y despertar a las 6 a.m.
Lo
ideal es ingerir una comida ligera en la tarde, antes de las 7:30 p.m si es
posible, para que tu sueño no sea perturbado por la digestión. Puedes
tomar un pequeño paseo después de la cena e irte a acostar a las 10 p.m.
También
es muy útil descargar todos tus pensamientos del día en un diario antes de ir a
la cama para que la mente no te mantenga despierto.
4. Nutre tu cuerpo con comida saludable
Hay
comidas “muertas” que aceleran el proceso de envejecimiento, y otras que
renuevan y revitalizan el cuerpo. Algunos alimentos que hay que eliminar y
minimizar incluyen los enlatados, congelados, procesados en el microondas y los
alimentos altamente procesados. Enfócate en comer una variedad de comida fresca
y recién preparada.
Una
forma simple de asegurarte de tener una dieta balanceada, es incluir los seis
sabores (dulce, salado, ácido, picante, amargo, astringente ) en cada comida.
La típica dieta americana tiende a estar dominada por los sabores dulce, ácido
y salados (los sabores principales de la hamburguesa). Sí necesitamos esos
sabores, pero pueden alentar el metabolismo especialmente si se ingieren en
exceso.
Los
sabores picantes, amargos, y astringentes son antiinflamatorios e incrementan
el metabolismo. Estos sabores se encuentran en alimentos como rábanos,
jengibre, mostaza, chiles, espinacas, champiñones, té, lentejas y lechuga,
entre otros.
Junto
con estos seis sabores llena tu plato con los colores del arcoíris lo cual
promueve una vida larga y saludable. Nosotros podemos literalmente ingerir la
información del universo en nuestro sistema biológico. Las comidas que tienen
los colores azul oscuro, morado, rojo, verde o anaranjado son líderes en
antioxidantes y contienen muchos nutrientes que elevan nuestro sistema inmune y
mejoran la salud.
Ejemplos
de comidas del arcoíris:
- Rojo: Tomates rojos (especialmente
cocinados), chiles rojos, toronja roja y rosa, sandía, uvas rojas,
betabel, col roja, manzanas, fresas, cerezas, frambuesas.
- Anaranjado/amarillo: Calabaza, zanahorias,
camotes, calabaza amarilla, melón, mangos, naranjas, papaya,
nectarinas.
- Verde: Brócoli, col rizada o berza,
espinaca, repollo, chícharos y aguacate.
- Azul oscuro/morado: Ciruelas, arándano azul,
zarzamoras, berenjena (con cáscara), uvas moradas.
5. Ejercicio
El
ejercicio regular es una de las formas más importantes para rejuvenecer y
vivir más tiempo.
Los
Drs. William Evans e Irwin Rosenberg de la Universidad de Tufts
(Somerville/Medford, Boston) han documentado el poderoso efecto del ejercicio
sobre muchos de los biomarcadores del envejecimiento, incluyendo la masa
muscular, la fuerza, la capacidad aeróbica, la densidad ósea y el colesterol.
No solamente el ejercicio mantiene el cuerpo joven, sino que preserva la
mente viva y promueve el bienestar emocional. En su libro más reciente Spark:
La nueva ciencia revolucionaria del ejercicio y el cerebro, el
profesor de la Universidad de Harvard Dr. John Ratey describe la investigación
que muestra cómo “la actividad física detona cambios biológicos que incitan a
las células del cerebro a juntarse unas con otras” esta chispa, como él la
llama, incrementa la habilidad del cerebro para aprender, adaptarse, y
desarrollar otras actividades cognitivas.
Un
programa completo de entrenamiento incluye ejercicios para desarrollar
flexibilidad, acondicionamiento cardiovascular, y entrenamiento de fuerza
muscular. Encuentra una actividad aeróbica que puedas hacer regularmente – tres
o cuatro veces por semana en sesiones de veinte a treinta minutos es suficiente
por lo general para obtener beneficios sustanciales. Después de que tu cuerpo
se haya calentado, dedica de cinco a 10 minutos de estiramiento. También
tendrás que incluir el entrenamiento de fuerza en tu programa para ejercitar
regularmente los principales músculos del cuerpo y realizarlo de una manera regular
y sistemática.
Lo
importante es iniciar lentamente, y encontrar las actividades físicas que te
agraden y hacerlas regularmente. Si lo más que puedes hacer actualmente es
caminar alrededor de la manzana ¡hazlo!, y te sorprenderás de lo rápido que se
incrementará tu fortaleza y entusiasmo para moverte y respirar.
6. Amor y amistad
El
aislamiento y la soledad crean las condiciones para un rápido envejecimiento.
Los ataques del corazón y la tasa de mortalidad se incrementan en aquellos
hombres que han enviudado recientemente o que han sido despedidos de su empleo
sin previo aviso y sin su consentimiento. La carga emocional de los vínculos
sociales es inmensa, sin embargo, en algunos países, incluyendo los Estados
Unidos nos hemos dirigido en la dirección opuesta por décadas. Con altas tasas
de divorcio, familias monoparentales, y una población en constante movimiento,
la vinculación social sigue en declive. La tendencia será exacerbada cuando la
parte de la población con mayor crecimiento, aquellos de ochenta o más años, se
muden a casas de retiro. Es muy raro que a los ancianos se les
atienda en el hogar y es un estigma que la gente mayor sea una carga para los
jóvenes y para la sociedad.
La
solución es permanecer conectado y abierto a nuevas relaciones a lo largo de
la vida. Resistirse al impulso de permanecer en semi-aislamiento porque
asumes que la sociedad espera eso de ti. La pérdida de amigos o pareja es una
parte inevitable del envejecimiento, y mucha gente no puede encontrar un reemplazo
o carece de la motivación para ello. Por “reemplazo” no quiero decir una nueva
pareja y familia (aunque es una posibilidad), sino vínculos emocionales que
signifiquen algo para ti y le den significado a tu existencia. Ninguna cantidad
de lectura o de televisión substituye el contacto humano que abriga el amor y
el cuidado. Actividades efectivas para adultos mayores es
involucrarse en programas de tutorías, educación y programas para la juventud.
7. Mantener una mente joven
Un
antiguo aforismo védico dice: “la flexibilidad infinita es el secreto de la
inmortalidad”. Cuando cultivamos la flexibilidad en nuestra conciencia, nos
renovamos a nosotros mismos a cada momento y revertimos el proceso de
envejecimiento. Los niños ofrecen la más clara expresión de apertura y
flexibilidad. Ellos juegan y ríen libremente y se maravillan con las cosas más
pequeñas. Son infinitamente creativos porque no han construido las capas de
condicionamiento que crean limitaciones y restricciones.
Para
mantener una mente joven escribe dos o tres cosas que puedes hacer que sean
totalmente infantiles. Piensa en algo que te evoque la niñez, comer un cono de
nieve, ir a un parque de juegos, hacer un dibujo, saltar una cuerda,
construir un castillo de arena. Encuentra algo que te regrese el sentido del
humor que tenías cuando eras un niño, incluso si piensas que ya has crecido y
eliges alguna de esas actividades el día de hoy.
Mientras
llevas a cabo la actividad de tu niñez, déjate llevar por el arquetipo
despreocupado e inocente del niño. La sensación que estás buscando no es un
retorno a la niñez, sino algo más profundo, como lo expresa el brillante
terapeuta A.H. Almas: “Cuando miramos a un niño, vemos que la sensación de
plenitud, de vitalidad intrínseca, de felicidad de ser, no es el resultado de
algo más. Es solo el valor de ser uno mismo, no se debe a algo que uno hace
deja de hacer. Es ahí, al inicio cuando éramos niños, pero lentamente lo
fuimos perdiendo.” Al volver a experimentar nuestra naturaleza infantil,
no sólo cultivamos una mente joven, sino que nos conectamos con la parte de
nosotros que nunca ha nacido, ni nunca morirá – nuestra esencia
espiritual.
por: Deepak Chopra, M.D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario